martes, 31 de marzo de 2015

ALCOHOL Y EMBARAZO


EFECTOS DEL ALCOHOL SOBRE EL CEREBRO PRENATAL

Durante los últimos 25 años, varios estudios de corte experimental y clínico han proporcionado claras evidencias de que el cerebro en desarrollo (durante la fase embrionaria y fetal del embarazo), es especialmente vulnerable a los efectos tóxicos del alcohol. Esta droga neurotóxica puede causar daños permanentes en los niños, que se asocian a cambios cognitivos, sociales  y conductuales a largo plazo. (Streissguth et al., 1991; Mattswon y Riley, 1998; Guerri et al., 2009). Una de las consecuencias más es el Síndrome Alcohólico Fetal (SAF), que se caracteriza por deficiencias en el crecimiento postnatal, anormalidades cráneofaciales e importantes disfunciones neurológicas y cognitivas que provocan déficit intelectuales y alteraciones cognitivas. El rango de consecuencias negativas del alcohol sobre el neurodesarrollo de denomina en la actualidad Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF) (Sokol et al., 2003) y su prevalencia (1% de todos los nacimientos) es superior al SAF. El TEAF incluye no solo a niños con graves alteraciones físicas y cognitivoconductuales, sino también a aquellos con disfunciones del sistema nervioso central (SNC) que carecen de alteraciones dismórficas faciales o fenotipos similares al SAF



El consumo elevado de alcohol durante la gestación se ha asociado a trastornos neuropsicológicos que afectan a varios dominios cognitivos tales como inteligencia, memoria, lenguaje, atención, aprendizaje, capacidades visoespaciales y visoperceptivas, funciones ejecutivas, praxias y cognición social (Mattson et al., 1998). El cociente intelectual (CI) medio de un niño/a con SAF suele estar por debajo de 70-80 puntos, siendo la causa prevenible más clara dentro de todos los casos de retraso mental. Este problema suele conllevar trastornos del aprendizaje y peores logros académicos, en comparación con los niños neurológicamente normales, dados los deterioros en el aprendizaje y memoria verbal y las disfunciones motoras (temblores, prensión débil, mala coordinación mano-ojo, problemas de equilibro y marcha, y apraxias) descritas en niños diagnosticados de TEAF (Roebuck et al, 1998; Mattson et al., 1996; Mattson y Roebuck, 2002; Roebuck-Spencer y Mattson, 2004; Simmons et al., 2010).

Cuando llegan a adultos, las personas diagnosticadas con TEAF suelen tener más trastornos mentales que la media. Concretamente, presentan altas tasas de depresión, ansiedad, ideación autolítica e intentos de suicidio en comparación con la población normal (Famy et al, 1998; Hellemans et al., 2010)

Fuente: Monografía sobre el Alcoholismo. SOCIDROGALCOHOL

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